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Santiago Álvarez, el cineasta que puso a Colombia en lo alto en Alemania

Santiago Álvarez

Por: Angelica Muriel, Caren Valencia y  Anyeli Quiñones, integrantes del Semillero de Periodismo de la UNIAJC

Cuando Santiago Lozano trabajaba como fotógrafo del periódico de la Universidad del Valle, y cubría el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, se percató cómo la euforia y los pañuelos blancos se hondeaban en el cielo mientras gozaban al son de las diversas melodías.

Sus abuelos siempre fueron amantes de las realidades que no se contaban en los medios tradicionales y por eso a Lozano le avivaron el interés por esto. Él, quien es oriundo de Manizales, se trasladó en su juventud a Cali y, posteriormente, entró a estudiar Comunicación Social a la universidad del Valle. En ese tiempo, desarrolló sus habilidades para la narración y participó en varios proyectos audiovisuales. Sin embargo, logró graduarse en el extranjero por una beca de la Fundación Carolina.

Sus abuelos despertaron su interés por las realidades que no eran contadas en los medios tradicionales, nació en Manizales en 1980, pero su familia se trasladó  a la sucursal del cielo. Completo sus estudios secundarios y decidió entrara a la Universidad del Valle y estudiar comunicación social. Durante su tiempo en la academia desarrollo su talento en la narración, también se involucró en varios proyectos audiovisuales, se graduó y continuo sus plan en el extranjero gracias a la beca de la Fundación Carolina.

“La anécdota es muy interesante porque me había ganado una beca para algo que se llamaba creación cinematográfico, y era desde lo experimental. Sentía que ahí podía desarrollar más mi pasión por la fotografía y un mes antes de ir a España, la maestría se cancela y nos ofrecen a las seis  personas que habíamos sido seleccionados de toda Latinoamérica, otra Magíster en Guion de Cine y Televisión en la Universidad Carlos III de Madrid», comentó Lozano, en exclusiva para Entérate Cali.

Añadió que a la escritura le tenía recelo y sentía que no era para él, pero «quería tener la oportunidad de salir, conocer otras culturas, tener experiencias y arranque. En este proceso descubrí como la caligrafía es una fortaleza, no solo en los proyectos sino en el desarrollo de historias”.

«¿Dónde queda Timbiquí?»

Su primer acercamiento con la cultura del Pacifico fue a causa de una pregunta muy inocente que se hizo a sí mismo:´ ¿Dónde queda Timbiquí?´. Entonces comenzó hacer un trabajo de acompañamiento a tres agrupaciones que viajaban para el Petronio, identificó las migraciones y cómo Cali se constituye culturalmente, “hace 20 años empecé a interesarme por la cultura del Pacífico, principalmente desde la música, y sentía un llamado a conocer más. No empecé con la intención de hacer una película, sino con el deseo de conocer lugares y personas”.

Estas historias lo llenaron de inspiración y creó las siguientes piezas audiovisuales. ´Viaje de Tambores´, que exploraba la riqueza de la cultura afrocolombiana, ´Siembra´, (2016) ofrece una mirada profunda y humanizada sobre el desplazamiento forzado y ´Yo Vi Tres Luces Negras´, la cual fue estrenada en Berlín (Alemania) en pasadas semanas. Además de ello, fue galardonada el 23 de marzo en el festival Cinelatino de Touluse, Francia.

¿Cuál fue el motivo principal que te llevo hacer la película ‘Yo Vi Tres Luces Negras´?

Cuando me pienso, me pienso como criollo. Tengo muchos parecidos en Colombia y tengo «gemelos» por todos lados porque soy una mezcla de mestizaje andino. Esta reflexión siempre ha sido un horizonte de pensamiento para mí, desde la primera vez que me acerqué a Timbiquí. Vivo en una ciudad con una identidad marcada por el encuentro de muchas culturas y raíces, una ciudad de migrantes. Cali es interesante precisamente porque a veces no se siente una identidad arraigada al territorio. Cuando me propuse hacer esta película, tenía una puesta. Era que el filme dialogara con las propias narrativas de las comunidades, incluso el nombre pertenece a un alabado del medio San Juan, que se llama “Yo Vi Tres Luces Negras”.

¿Cómo fue el proceso para que las personas de los territorios lo recibieran bien?

Mira siempre he rodado en momentos muy críticos y más porque la situación en estos territorios es compleja, sin embargo, con mucha prudencia, sin poner en riesgo el territorio ni las comunidades. No pongo la película por encima de nadie de hecho muchos proyectos los he abandonado por que no son viables y tan poco intento forzarlos y entiendo que no son convenientes, entonces creo que eso me ha ayudado a transmitir confianza. Una cosa es el proceso de investigación que realizo solo a mi riesgo y otra es llevar a un equipo de 50 personas que también sería responsable de lo que suceda con ellos.

¿En algún momento se sintieron amenazados por parte de un grupo armado o algo parecido?

En la filmación era importante minimizar los riesgos y evitar conflictos con grupos armados, por eso comprendimos la lógica del territorio y sus habitantes. Al trabajar en Agua Clara, encontramos condiciones de seguridad adecuadas, gracias a la comunidad organizada que nos aseguró que podíamos filmar tranquilamente. Desafortunadamente, un año después, en diciembre, el pueblo sufrió un desplazamiento masivo debido a enfrentamientos entre tres grupos armados.

Evitar zonas como el Medio San Juan y el Pacífico caucano, donde las condiciones no eran seguras, fue parte de nuestra estrategia. Esto refleja la prudencia necesaria en Colombia para convivir con la violencia y el conflicto, respetando los movimientos adecuados para trabajar en un lugar.

¿Fue difícil que los habitantes de Agua Clara contaran su problemática?

La película no opera con lógica colonial, tampoco vamos a exponer crudamente estas realidades. La guerra esta sobreexpuesta por esto el filme está situado bajo la ficción y narrada desde las tradiciones culturales.

No es un documental clásico que se narra del personaje y ya, yo cree cada personalidad, las cuales conocí en el lugar y otros contextos. Es ahí donde la ficción nos hace reflexionar sobre lo que es el conflicto armado, sin tener que realizar un discurso clásico por eso no se trabaja con actores sin experiencia, todos son profesionales.

¿Por qué la película fue estrenada en Berlín y no en Colombia?

La producción y financiación de esta película no siguió el esquema más industrial y comercial típico. Fue financiada por fondos de cuatro países: Francia, Alemania, México y Colombia, con el objetivo de proteger el cine cultural y artísticamente y fortalecer la producción industrial. Los festivales de cine, similares a congresos, permiten mostrar y comercializar las películas en diversos territorios, promoviendo el diálogo entre culturas sin privilegiar a ninguna. La película fue completamente financiada tras tres años de arduo trabajo en la escritura y reescritura del proyecto, logrando finalmente el resultado deseado.

¿En qué medida la película logra captar la atención de la gente?

La sociedad tiene prejuicios que afectan el gusto del cine.  Por esos juzgan algo sin probarlo. Sin embargo, cuando se superan estos prejuicios, la gente aprecia las películas nacionales, encontrándolas «bonitas» y «diferentes». A distinción de las previsibles películas de Marvel, las producciones colombianas ofrecen experiencias frescas y únicas, aunque a menudo lamentan que pocos las conozcan. Las películas nacionales envuelven a los espectadores con su enfoque particular en la filmación y sonorización, mostrando la selva y otros elementos desde perspectivas inéditas.

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