Con orquesta cívica protegen los derechos de niños, niñas y adolescentes en Candelaria
Con una estrategia enmarcada en el fortalecimiento de principios y valores a través de la cultura para los niños del municipio de Candelaria y en especial el corregimiento de Villagorgona , que presenta una de las mayores problemáticas para la seguridad y sana convivencia de niños, niñas y adolescentes, La Policía Metropolitana Santiago de Cali a través de acciones comunitarias viene fortaleciendo ese trabajo por el bienestar de los menores en especial con la Cívica Infantil y Juvenil, estos jóvenes ahora tienen una nueva oportunidad con la creación de la Orquesta Cívica de Candelaria, donde con la orientación de la Policía Comunitaria y el apoyo de la administración municipal de la alcaldía de Candelaria generan un espacio de música, estudio, orientación y liderazgo en beneficio de la comunidad de este sector. No buscan hacer más músicos sino hacer mejores seres humanos donde con pocos instrumentos, la mayoría de ellos prestados, y 40 niños se creó la primera orquesta infantil y juvenil para alejar a los jóvenes de la violencia que existe en este corregimiento y que en sus manos porten un instrumento en lugar de un arma.
El objetivo es que los menores no establezcan contacto con lo negativo, y tengan un instrumento en lugar de un arma en sus manos, donde los uniformados esperan transformar vidas a través de la música, donde además de lo que han realizado con la banda de paz esperan lograr mucho más con esta orquesta con este programa del cual se benefician más de 320 niños, niñas y adolescentes de Candelaria. La historia de cada niño de la orquesta es diferente, pues algunos tienen músicos en su familia y otros nunca habían tenido la oportunidad de aprender a tocar un instrumento, por ello este proyecto cuenta con sus padres quienes se han involucrado en la nueva formación que están teniendo sus hijos y son ellos los principales motivadores. La mentalidad de los niños ha ido cambiando durante el tiempo que llevan practicando, ya que no solo se les enseña a tocar un instrumento o leer partituras, sino también valores como la disciplina, el respeto, el trabajo en equipo y la constancia; elementos importantes en una orquesta y en la música. Sin importar la falta de presupuesto para la orquesta, las tareas o el cansancio que tengan, los niños se han enamorado de sus instrumentos.